La dificultad para dormir es una situación que experimentan muchas personas. Se puede presentar por cortos periodos de tiempo, entre días a semanas, denominado insomnio agudo. Cuando se presenta por más de un mes se llama insomnio crónico. Esta enfermedad puede alterar de forma importante la calidad de vida y se da en cerca del 25% de la población.
¿En que consiste?
Dificultad para quedarse dormido (insomnio de conciliación), despertar rápido en la noche (Insomnio de reconciliación), o frecuentes despertares (sueño fragmentado). Estas condiciones generan dificultad para realizar las actividades diurnas y por tanto deterioro en la productividad.
Factores relacionados
No es claro que genera el inicio de la enfermedad. Pero hay factores que aumentan la frecuencia del insomnio: ansiedad o depresión, sexo femenino, ancianidad y enfermedades crónicas como asma y EPOC. Algunos medicamentos como el inhalador salbutamol, prednisona y teofilina pueden generar insomnio. Es llamativo que el insomnio puede iniciar por una causa muy concreta, como la muerte de un familiar, la pérdida de un trabajo preciado o la terminación de una relación sentimental; pero superada esta causa el insomnio puede seguir y tornarse de larga duración.
Tratamiento
Se debe comenzar por detectar la causa que genera el problema e intervenirla si es posible. Posterior a ello, es necesario llevar un diario minucioso de los patrones y horas de sueño cada noche.
No se debe: Mirar el paso de las horas en el reloj despertador; hacer ejercicio cerca de la hora de ir a la cama: fumar o usar nicotina (incluyendo los cigarrillos electrónicos); hacer siestas o tener irregularidad en la hora de ir a la cama; comer abundante cerca de la hora de dormir y tomar mucho líquido nocturno.
Paso a la acción
Use la cama solo para dormir y para la intimidad de pareja; no vaya a la cama hasta que esté realmente cansado y salga de la cama si usted siente que no va a ser capaz de dormir; sea realista en el número de horas que usted puede dormir, en general entre 7.8 horas y evite los estimulantes y el alcohol.
El uso de medicamentos de venta libre, para cuadros gripales, no deberían usarse dado que con frecuencia vienen asociados a analgésicos, que pueden traer efectos secundarios importantes. Por otro lado pueden generar somnolencia al conducir y convertirse en un riesgo para la sociedad y el enfermo.